El gol de Dios

La Clericus Cup sería algo así como un Mundial de Fútbol en el que no hacen falta las apariciones de Messi, Cristiano o Iniesta para ver algo celestial. Porque, por extraño que parezca, este Mundial, patrocinado por el Vaticano, lo disputan sacerdotes y futuros seminaristas del mundo entero. Las reglas son las mismas si exceptuamos algún pequeño detalle: además de la tarjeta amarilla y roja habituales, existe la tarjeta azul. La tarjeta azul saca al jugador por cinco minutos y le permite «meditar» en su falta.

Fotos: Max Hirzel