En invierno en la costa de Aral en Kazajistán, las temperaturas pueden alcanzar casi -20°C. La pequeña comunidad de Tastubek se está preparando para otro duro invierno. Desde que la presa Kokaral se completó en 1995, las aguas vuelven a ser ricas en peces. Pero en invierno la pesca es difícil y los campos de hielo pueden ser peligrosos. Este es el retrato del último lugar donde globalización y cambio climático han colisionado.
Aral, el mar helado
