De Nazaret a Jerusalén, de Jericó a Belén y de Hebrón al Mar Muerto, las principales regiones descritas en los libros sagrados no parecen existir más allá de su mercantilización como lugares de ocio en un mundo globalizado de fronteras consagradas. El paisaje se consume, y junto con él se consumen la historia y el pasado. El pasado es un fósil incrustado en el tejido geográfico, social y cultural.
Tierra Prometida
